martes, 24 de mayo de 2011

Rugir al destino.

A mi tampoco me hace gracia esa teoría que sostienen algunos sobre el "destino".
¿Qué es eso de que tu futuro ya está escrito? ¡Paparruchas!
No sé que haré mañana, es más no se que haré en media hora... ¿Cómo lo van a saber las estrellas?
No me lo creo, pero si fuera verdad... ¡Yo quiero conocer a mi estrella!
Lucía D. Rivero

martes, 17 de mayo de 2011

Sin límites, sin fronteras.

Tengo la sensación de estar encerrada.
He levantado una verja enorme dentro de mi cabeza,
está compuesta por prejuicios, rabia y tristeza.
Lo peor de todo es que esa sensación...me aterra.
Lucía D. Rivero

lunes, 16 de mayo de 2011

No somos como todos;
no somos iguales.
Somos diferentes,
perfectos.
Vivimos en tu mente,
somos diferentes.
No somos como todos;
no somos iguales.
Casi irreales.

Lucía D. Rivero

miércoles, 11 de mayo de 2011

Reflections.

Mira tu reflejo...dicen que si te miras en un espejo ves tu alma...tiene gracia ¿No?

Lucía D. Rivero

Reflexión para inteligentes.

Si un clavo saca otro clavo... ¿Por qué los martillos tienen una cosa para quitar clavos?
Lucía D. Rivero

martes, 10 de mayo de 2011

No niegues que esto te a pasado alguna vez por la cabeza.

No aguantas mas, nadie se preocupa, das un portazo, te das por vencido, ves como todas las posibilidades que tenias de ser feliz se van junto al eco de tus llantos. Ya rendido, corres, escapas de los gritos, te mojas, llueve, no tienes frio. La rabia te hace entrar en calor. Nadie se da cuenta de que sufres, eso te jode, sigues llorando.
Llegas a un parque y te sientas. Caes en la cuenta, estás solo y a nadie le importa. Un coctail salado formado por tus lagrimas y la lluvia te resbala por la cara. Baja por tus mejillas y se pierde en la comisura de tus labios, lo saboreas y sigues llorando. Rezas, gritas, pides al cielo que alguien venga y te de una palmada en la espalda, que alguien te saque una sonrisa... pero eso no va a ocurrir ¿Verdad? Eso solo ocurre en las peliculas ¿No? Pues hoy digo que hare lo posible para que tu tambien tengas u na palmadita en la espalda y un hombro en el que llorar. Ya me he cansado.
Lucía D. Rivero

Para los que se escapan, para los que aman captar recuerdos.


Ropa cómoda, mp4, y cámara con la batería a tope. Doble ración de inspiración y aveces incluso algo de aburrimiento.Sales de casa, paso tras paso, no tienes un rumbo fijo pero sabes a donde vas. Te acuerdas de aquel sueño y lo intentas plasmar, buscas un sitio que se parezca... ya lo tienes.
Con el volumen a tope y por supuesto tu canción favorita, programas la cámara para que la imagen quede perfecta y es entonces, cuando colocas tu ojo frente al visor y ves esa foto. La foto que habías visto dentro de tu cabeza, la foto que querías. No esperes más, aprieta el botón y deja que surja la magia.
Al llegar a casa la tarjeta de la cámara indica que hay 300 fotos... parecen muchas, pero sabes que de ahí solo aprovecharás cinco como mucho. Sólo esas cinco verán la luz. Editas las fotos, pero no demasiado, quieres que la fotografía se vea tal como la hiciste, perfecta sin más. Ahora solo queda el pie de foto, te preguntas que era lo que estabas pensando cuando la sacaste y de repente escribes la palabra "Perfección". Sabes que no es cierto, la perfección no se refleja en esa fotografía pero para ti esa foto es única. No es un hobbie, es un sentimiento.
Lucía D. Rivero

domingo, 1 de mayo de 2011

Para los que han visto los ojos del adiós.



Entonces la sangre en sus ojos me recordó que no era de este mundo. Y con todo, aún sabiendo que no eramos iguales y con el corazón en un puño, las ganas de besarla no se disiparon.
Su aliento contra el mio, chocando, en una explosión de sabores.
Respiración entrecortada, pulso acelerado hicieron que me diera cuenta de lo que estaba pasando. Luchaba por permanecer despierto pero mis párpados no me obedecian y con pocas ganas ya de luchar, caí rendido ante ella. Su risa, bella, como pequeñas campanas mecidas por el viento, como la risa risueña de una niña pequeña, en aquel momento daba escalofríos.Eso fue lo ultimo que pude oir. Y muchos pensareís que estoy loco, que besar a mi potencial asesina, es meterse en la boca del lobo, pero la única razón que me impide volver a hacerlo, no es saber el peligro que conlleva, es que ya estoy muerto. 
Lucía D. Rivero