martes, 10 de mayo de 2011

No niegues que esto te a pasado alguna vez por la cabeza.

No aguantas mas, nadie se preocupa, das un portazo, te das por vencido, ves como todas las posibilidades que tenias de ser feliz se van junto al eco de tus llantos. Ya rendido, corres, escapas de los gritos, te mojas, llueve, no tienes frio. La rabia te hace entrar en calor. Nadie se da cuenta de que sufres, eso te jode, sigues llorando.
Llegas a un parque y te sientas. Caes en la cuenta, estás solo y a nadie le importa. Un coctail salado formado por tus lagrimas y la lluvia te resbala por la cara. Baja por tus mejillas y se pierde en la comisura de tus labios, lo saboreas y sigues llorando. Rezas, gritas, pides al cielo que alguien venga y te de una palmada en la espalda, que alguien te saque una sonrisa... pero eso no va a ocurrir ¿Verdad? Eso solo ocurre en las peliculas ¿No? Pues hoy digo que hare lo posible para que tu tambien tengas u na palmadita en la espalda y un hombro en el que llorar. Ya me he cansado.
Lucía D. Rivero

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